El arte de vivir

11.11.2008 08:51

Eran las cinco y treinta de la tarde. el centro de Medellín estaba atestado de personas. A pesar del día frío se sentía bochorno. Entre aquellos rostros cansados se reflejaba la necesidad de descansar. Las personas en situación de calle se perdían entre la muchedumbre de la ciudad con el anhelo de conseguir unas cuantas monedas. De otra parte, los vendedores ambulantes ocupaban gran parte del espacio. El agotamiento que afloraba de ellos ya hacía parte de su diario vivir. Sin embargo, debían esperar hasta el final de la noche para conseguir una posible venta entre los últimos transeúntes.  

En La Playa, una de las calles más concurridas, se encuentra el edificio Central Park -parqueadero-, en cuya fachada se aprecian los rostros de figuras públicas (cantantes, actores, políticos, etc.) que detienen el recorrido de la gente. Juanes, Pablo Escobar, Sergio Fajardo, Margarita Rosa de Francisco, Teresa Gutierrez, el presidente Uribe, son algunos de los personajes, entre otros que allí aparecen. Sus figuras son pintadas de muestra de revistas y son exhibidos en este mural. Allí siempre está Amparo Zapata, su creadora, que espera día, tarde y parte de la noche a que alguno de los curiosos admiradores se conviertan en clientes.

LA ARTISTA

A sus 49 años de edad, Amparo Zapata ha tenido una vida difícil y llena de desilusiones. Sin embargo, desde que decidió explotar su talento en el arte de pintar la vida le cambio un poco, y sin superar la pobreza del pasado, su presente tiende a ser más estable.

A pesar de que sólo cursó hasta tercero de primaria y su única ocupación fueron las confecciones, Amparo descubrió que sabía dibujar. "Mi esposo me decía que a mí me podían pagar por eso, pero yo veía eso tan feo que no creía", dijo. De esta manera menospreciaba su trabajo, dado que nunca tuvo una formación en este campo. Ella comenzó a pintar los retartos hace 17 años y nunca pensó que serían la mayor ayuda para su sustento de vida. Fue sólo cuando Víctor, su actual compañero, la animó y le brindó todo el apoyo necesario para que los hiciera públicos y los vendiera.

  Mientra ella cree pasar por desapercibida, las personas que se detienen a mirar sus obras ven en Amparo una gran artista. No obstante, al manifestarle su admiración ésta aclara: "Artista es quien sabe vivir la vida y salir de los problemas. Yo no soy eso..."

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